COLECCIÓN PERMANENTE

CUENCA

La segunda sede de la Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO) toma asiento en la ciudad de Cuenca en diciembre de 2020. Se ubica en la antigua iglesia de Santa Cruz, del siglo XVI. Su instalación museográfica, si bien no persigue un orden estrictamente cronológico, comienza con un interesante apunte pictórico del siglo XIX que es antecedente de lo que a continuación se va a desarrollar, y que en concreto viene representado por obras de Eugène Delacroix, John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops, Alexandre Séon, Joseph Granié y Edgar Degas.
El nudo gordiano sin embargo, gira en torno a los movimientos de la vanguardia europea de principios del siglo XX. Una pléyade de relevantes artistas de estas vanguardias históricas está presente en los fondos permanentes de CORPO en Cuenca. Entre ellos encontramos firmas que nunca antes se habían expuesto en España, pese al papel fundamental que jugaron en la historia del arte y pese a encontrarse en los fondos de los más destacados museos internacionales. Creadores fundamentales para entender el arte del siglo XX en adelante como fueron Koloman Moser, Josef Hoffmann, Wilhelm Wagenfeld, Henry van de Velde, Eileen Gray, Gerrit Thomas Rietveld, Theo van Doesburg, Johannes Itten, Paul Joostens, Georges Vantongerloo, Friedrich Vordemberge-Gildewart, Marthe Donas, Pierre-Louis Flouquet, Victor Servranckx, Ivan Kliun o Marc Eemans. La aportación española se concreta en una icónica obra en papel de Pablo Picasso.
Antes de alcanzar su punto final, el recorrido museístico en la sede de Cuenca nos alza a una segunda altura, la que ocupaba el coro de la antigua iglesia, para ofrecer una muestra de escultura y fotografía contemporáneas, y rematar en una sala dedicada a la abstracción, en homenaje a Cuenca, proyectado su abrupto paisaje desde un amplio vano en la pared, como telón de fondo. La intención de este último espacio consagrado a la abstracción es establecer un paralelismo entre la obra de los artistas españoles que la ciudad reunió y acogió en 1959, y la de sus coetáneos europeos y americanos.
El espíritu vanguardista que impregna esta sede de Cuenca gira en torno al visionario concepto de Henry van de Velde quien, en la última década del XIX, se refirió a la Gesamtkunstwerk (obra de arte total) en la que se fundirían todas las formas de expresión artística de modo interdisciplinario. Consecuentemente, además de pintura, escultura, fotografía y assemblage, el público puede disfrutar de una muy didáctica selección de obras de arte aplicado o diseño. Son todas ellas piezas históricas y emblemáticas de un tiempo en el que las artes se revelan ignorando las fronteras que hasta entonces les separaban entre sí e incluso de la artesanía, transformando los objetos cotidianos en obras de diseño industrial o arte aplicado a todo aquello que configura nuestra vida, desde una casa a una joya, un mueble o un jarrón.

Armario de Josef Hoffmann y mesa auxiliar de Hoffmann y
Koloman Moser, ambas piezas de 1902-05, y dibujo de
Pierre-Louis Flouquet de 1920.